Seguimos celebrando nuestros 10 años de historia con el eslogan de visitar las rutas más espectaculares de la Comunidad Valenciana. En esta ocasión hicimos la ruta del agua de Buñol siguiendo la recomendación de la web Valencia Bonita. Esta ruta no fue la primera vez que la realizamos, que que le hicimos una visita en el 2012, hace ya siete años.
Buñol es un municipio perteneciente a la provincia de Valencia con una población de 9618 habitantes (INE 2016). Es conocido internacionalmente por la fiesta de la Tomatina.
En esta ocasión superamos nuestro récord histórico llegando a los 47 asistentes. La única vez que habíamos llegado a los 40 fue en la ruta de los Puentes Colgantes en 2014. Ya se notaba nada más llegar la altísima asistencia. Íbamos a pasar un día muy animado.
Nos tocará por un momento tocar algo de carretera. Nos encontraremos con una bifurcación que a la izquierda nos llevará a Buñol y la derecha con destino a la Fuente del Ciprés.
Tomaremos una bifurcación a la derecha que por fin nos llevará a la Cueva Turche.
Aprovechamos para hacer la habitual foto del grupo con la bandera. Hoy es difícil que entren todos.
Tras unas cuantas fotos más retomamos la marcha.
Seguimos la ruta tomando un camino para dirigirnos a un mirador donde veremos la Cueva Turche desde arriba.
Nos costó un poco aunque al final llegamos al mirador.
En este tramo nuevamente hubo algo de confusión y no encontrábamos la senda. Al final cruzamos bordeando el Charco de Las Palomas.
Un poco más adelante aprovechamos para almorzar dado que ya pasábamos las 11 de la mañana.
Nos encontramos las ruinas de una casa que nos indican el camino a la Cueva de Las Palomas.
La Previa
Quedamos en el restaurante La Acacia de Buñol. No comienza en el mismo lugar de la ruta aunque elegimos este sitio debido a que esta en unas salidas del pueblo y eso facilita aparcar dado que dentro del casto urbano se complica.En esta ocasión superamos nuestro récord histórico llegando a los 47 asistentes. La única vez que habíamos llegado a los 40 fue en la ruta de los Puentes Colgantes en 2014. Ya se notaba nada más llegar la altísima asistencia. Íbamos a pasar un día muy animado.
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| Café de rigor antes de la caminata |
La crónica
El plan inicial era entrar por dentro del pueblo, como ya hicimos en el 2012, aunque Julio me sugirió que fuéramos cerca del río Buñol. Decidí aceptar así que iniciamos la ruta por este tramo.
Nada más arrancar comenzamos a ver las marcas del sendero SL-CV 166 con sus características marcas blancas y verdes indicando un sendero homologado de corto recorrido.
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| Nada más empezar vemos la marca de sendero local |
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| Superando nuestro récord de asistencia |
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| ¡Invasión de senderistas en la carretera! |
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| Bifurcación señalizada |
Llegamos por fin a la fuente del Ciprés. A partir de aquí nos encontramos con una cuesta que nos sacará del camino a una senda.
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| Fuente del Ciprés |
En como momento nos encontramos con la señalización del SL-CV 166. Después de esta senda pasamos por una zona de chalés que nos irá poco a poco acercando a la Cueva Truche.
Nos encontramos con paneles informativos confirmandos que por fin hemos llegado a ver la famosa cueva. Desafortunadamente no hay mucha agua en la cascada pero no eso impide disfrutar de tan bonito paisaje.
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| Foto de grupo |
Tras unas cuantas fotos más retomamos la marcha.
Volvemos a la bifurcación aunque ahora tomaremos otra dirección para ir hasta el mirador.
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| El agua nos acompañará durante toda la ruta |
Pasamos enfrente de la Balsa del Oliveral.
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| Arbusto de Pandora (Podranea ricasoliana) |
Seguimos la ruta tomando un camino para dirigirnos a un mirador donde veremos la Cueva Turche desde arriba.
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| Bifurcación |
Nos costó un poco aunque al final llegamos al mirador.
En este tramo nuevamente hubo algo de confusión y no encontrábamos la senda. Al final cruzamos bordeando el Charco de Las Palomas.
Un poco más adelante aprovechamos para almorzar dado que ya pasábamos las 11 de la mañana.
Después de reponer fuerzas nos espera el tramo más duro de la ruta.
Seguimos una bifurcación que nos lleva a un mirador para contemplar el Charco Mañán.
Tras la visita volvemos una bifurcación y esta vez nos tocará trepar.
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| Flor de brezo (Erica vagans) |
Una vez sorteado el barranco llegamos a un camino donde tomamos la bifurcación al sendero local SL-CV 31 para comenzar un leve ascenso que nos llevará a la Cueva de las Palomas.
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| Tomamos la senda por el SL-CV 31 |
Llegamos por fin a la cueva donde disfrutaremos del paraje.
Tras la visita a la cueva tomamos el camino de vuelta a Buñol.
En esta ocasión tomamos el SL-CV 163 camino Partidor de Aguas. Vamos hacia el nacimiento del río Juanes aunque más tarde abandonaremos este sendero para tomar el camino a Buñol.
Llegamos a un camino donde giramos a la derecha.
Tras pasar una zona de urbanizaciones tomamos nuevamente una senda.
Finalmente llegamos a una carretera. La ruta volvía al punto de inicio aunque tomamos un atajo para volver por carretera al punto donde habíamos aparcado los coches.
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| Indicación del sendero SL-CV 166 |
Post-ruta
Volvimos al restaurante La Acacia. Nos llamó la atención que excepto dos mesas les llenamos el local con nuestra abultada lista de asistentes y aún así no nos dieron un trato especialmente cordial. En cualquier caso disfrutamos de nuestra habitual cerveza post-ruta.
Resumen
Ruta de un gran contenido paisajístico y un nivel moderado. No la consideramos fácil porque el tramo desde el mirador del Charco Mañán pasando por el barranco hasta la senda que nos lleva a la Cueva de Las Palomas es algo complicado para ir en familia.
En total recorrimos 10,28km en casi 3 horas en movimiento. Como anécdota además de pulverizar nuestro récord de asistencia también superamos el mejor tiempo en 10km durante el año 2019.
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