viernes, 4 de mayo de 2018

Los Calderones (Chulilla 29/04/2018)

Chulilla

Chulilla es un pueblo de la comarca de La Serranía que ya visitamos en el pasado. No soy partidario de repetir rutas, pero en este caso después de la larga inactividad del grupo decidí tirar de rutas espectaculares para volver a movilizar a la gente. Chulilla es un pueblo con un gran encanto y que sin duda no falló.

La crónica

La previa

Llegamos a las 8 a Chulilla donde aparcamos en una explanada entrada del pueblo y nos dirigimos al Ayuntamiento donde habíamos quedado para tomar el café con leche rutinario previo a la ruta. Esta vez fuimos 9 senderistas, un número discreto pero después de tanto tiempo de inactividad no estaba mal del todo.

La ruta

Partimos de Chulilla sobre las 8:30. Pasamos por un tramo breve por la carretera hasta dirigirnos al comienzo de la ruta.



Tras el breve tramo de carretera comienza la ruta de verdad. El primer rato es sencillamente espectacular donde se iniciar un descenso que nos llevará a los famosos puentes colgantes.









Este es sin duda el tramo más bello del recorrido. Tras bajar unas escaleras nos encontramos con los míticos puentes.






Llegamos a los ansiados puentes colgantes, la foto más llamativa de la ruta.




Más adelante nos encontraremos el segundo puente que atraviesa el río Túria.

















Una rana perdida en medio del camino
Tras el segundo puente llegamos a la zona de la Presa que nos lleva por una ascensión algo empinada por asfalto.







Nos salimos brevemente del trazado del track original para almorzar en el Embalse de Loriguilla.






Tras reponer fuerzas retomamos la ruta de nuevo. Comienza una subida por pista forestal algo dura.




El alejarnos del embalse nos deja con unas vistas espectaculares.


El siguiente punto de interés son las pinturas rupestres. Para llegar allí tenemos que recorrer una pista forestal hasta que el GPS nos indica meternos por una senda a la izquierda.















Aquí el camino se vuelve más complicado y nos toca ir con cuidado para bajar.






Una bajada nos lleva a las pinturas rupestres


Después de las pinturas continuamos bajando hacia Chulilla.





















Cuando ya parece que hemos acabado la ruta nos toca un último esfuerzo: el Charco Azul. Nos toca el último esfuerzo. En este tramo vemos a muchos escaladores.









Tras visitar el Charco Azul nos empiezan a caer algunas gotas de lluvia. El día es nublado con alguna gota de lluvia en algunos tramos pero sin llegar a ser fuerte.

Tras una subida por unas escaleras llegamos por fin al Ayuntamiento de Chulilla donde finalizamos la rutas.

Post-ruta

Después de comer repusimos fuerzas, los que se quedaron a comer, en el asador Casa Anselmo en la localidad vecina Losa del Obispo.

Track de la ruta


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